martes, 23 de diciembre de 2008

EL CAFÉ MAS SABROSO

Zoila Paz Vargas tiene 68 años de los cuales 39 los ha dedicado a atender a los turistas y cusqueños que se dan cita en su café que, aparte de ser el más representativo y querido del Cusco, posee una de las mejores vistas de la Plaza de Armas. Por sus ventanales se puede ver a miles de transeúntes quienes cámara en mano intentan captar el mejor ángulo, la mejor vista de esta ciudad que encanta y envuelve con su magia a los visitantes. Las horas van cambiando el sentido de las sombras. Pero en el Ayllu, el sabor de su café, las lenguas de suegra y los deliciosos pasteles de manzana preparados en su cocina, no cambian. Su sabor es, como siempre, incomparable.
¿Por qué le puso este nombre?
Ayllu significa pueblo pero también es familia y eso es lo que somos nosotros, una familia que viene trabajando sin parar por 39 años, intentando brindar siempre lo mejor a nuestros clientes. Pero ahora estamos frente a la amenaza de tener que cerrar nuestras puertas y dejar de atenderlos porque los funcionarios del Arzobispado del Cusco no aceptan nuestros planteamientos para la renovación del contrato de alquiler aún cuando las condiciones son cada vez más ventajosas para el Arzobispado.
¿En qué etapa de las negociaciones van?
Mira, lo último que ha pasado es que han procedido judicialmente contra el Ayllu con una demanda de desalojo a pesar de estar en plena etapa de negociaciones. Nos han dado de plazo hasta el mes de diciembre. Entonces tendremos que cerrar nuestras puertas.
El Arzobispado es el dueño de este local y tiene derecho de alquilarlo al mejor postor ¿por qué cree usted que eso está mal?Es que la discusión no va por quién da más dinero sino por el hecho de identidad, por los años de trabajo (39). Todos se preguntan cómo después de tantos años nos vamos a ir así, de un momento a otro, porque para los cusqueños este es un local tradicional. Nosotros hemos respetado siempre el contrato. Y cada renovación significaba un incremento del alquiler. Pero esta vez no quieren escucharnos. Ya decidieron dárselo a una empresa extranjera que puede pagar todos los caprichos del arzobispado y ellos no quieren escucharnos. No quieren ni recibirnos.
¿Qué es lo que ellos alegan?
Bueno, nos han pedido hacer algunos cambios, mejorar, modernizar el café. Además, quieren que tomemos todo el local. Pero no tenemos un presupuesto tan alto, esta es solo una cafetería. Solo pido que nos den más tiempo para dejar las cosas bien. Acá trabajan 20 personas y sus familias dependen de ellos. No podemos cerrar así de un momento a otro. ¿Qué va a pasar con los trabajadores sino?
¿No piensa continuar con el café en otro lugar?
No lo sé aún. Tal vez. A mucha gente le duele eso, no quieren que se cierre este local porque lo toman como el último lugar en el que los cusqueños pueden reunirse ya que todos los locales de la Plaza son para extranjeros. El Café Ayllu y el Café Extra (que queda muy cerca a la Plaza de Armas, camino a la Plaza Regocijo) son los últimos locales para los cusqueños. Nuestros clientes nos dicen que no van a permitir que cierren el local, que se van a levantar para defenderlo. Es que hay familias enteras que vienen acá a cuyos hijos conozco desde que eran chiquititos. Algunos viven en el extranjero y siempre que regresan al Cusco vienen, se llevan “lenguas de suegra” hasta el Japón (risas).
¿Qué es lo que ustedes piden?
Solo más tiempo para poder cambiar las cosas, mejorar el local como ellos piden. Solo queremos que nos dejen trabajar unos diez o quince años más. Creo que debe haber más consideración de su parte. Deben defender el patrimonio de todos los cusqueños y dejarnos trabajar. Creo también que deberíamos tener los mismos derechos que los extranjeros en nuestra tierra. Si nuestra situación mejora aumentaríamos el alquiler como ellos quieren. Ellos quieren remodelar este local para hacerlo al gusto de los extranjeros, es un capricho del señor Arzobispo y nada más. Yo le digo que nunca antes habíamos tenido problemas con el Arzobispado, pero con el nuevo monseñor no hemos podido contactarnos. No merecemos ese trato ¿no le parece? Además, todo lo que tiene la Iglesia es del Cusco y por esa misma razón deberían apoyarnos a los cusqueños a cuidar nuestro patrimonio y nuestras costumbres. Ahora tenemos que pagar hasta para entrar a las iglesias. Eso es increíble. Han convertido las capillas de la Compañía de Jesús en mercadillos para artesanos. Ya no saben de dónde sacar más dinero.

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