lunes, 22 de diciembre de 2008

CAFÉ AYLLU EN LA MIRA

El “Café Ayllu” es la expresión de un sueño de vida construido a lo largo de 37 años, proyecto empresarial de gente creativa y emprendedora que ha sabido enfrentar con audacia y coraje los desafíos de la época. El emblemático Ayllu icono de cultura empresarial cuenta con capital humano de excelencia; Manuel y Zoila han introducido valores intangibles de calidad en el servicio donde el cliente es primero, lo segundo y lo tercero, un ciclo que no termina nunca.

Muchas empresas de familia caen por una cultura extremadamente conservadora, sin embargo un excesivo abandono de las tradiciones puede llevarlo incluso a una perdida de posicionamiento competitivo; el Ayllu logró adaptarse y manejarse en el difícil equilibrio entre la continuidad y el cambio. Las empresas de familia fueron los responsables de todos los “milagros económicos”, hoy destacan en el surgimiento y desarrollo de las economías, pese a los embates de la globalización y la monopolización de los mercados donde el pez grande se come al pez pequeño siguen generando riqueza.

Mientas a muchas empresas les cuesta cambiar viejos paradigmas en la forma de hacer negocio debido a las estructuras mentales que se arrastran el cual impide romper los estilos de pensamiento en situaciones que se requiere cambios, el Ayllu adopto procesos de cambio y reingeniería organizacional.

El Café Ayllu se resiste morir, enfrenta una dura batalla contra la arremetida neurótica de la sotana del diablo que pretende desalojar del local donde opera para alquilar a franquicias de marca mundial (Starbucks, McDonald, kentacky Frid Chicken) que están al asecho. El “Ayllu” camina por el péndulo del incierto futuro, conflictiva relación que ha generado una corriente de opinión de solidaridad. Enrique Zileri director de la revista “Caretas” ha lanzado un SOS, desentraña los oscuros intereses de la casta dominante del clero; según Zileri “seria un sacrilegio y pecado imperdonable permitir un “Starbucks” en este lugar”.
La iglesia y la burguesía “nacional” se asocian con el capital transnacional y a través de esa alianza se mimetizan asumiendo la defensa plena del proceso de globalización y del sistema institucional jurídico, cultural e ideológico que lo sostiene. La avasalladora ofensiva neoliberal no tiene nacionalidad, para enfrentar la globalización imperialista, habrá que construir una gran alianza con los sectores económicos, sociales, ético-culturales y políticos cuyos intereses están en franca contradicción con los intereses del imperialismo y sus aliados.

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