martes, 23 de diciembre de 2008

CUSCO SE VENDE

Se ha anunciado una lamentable idea: las corporaciones estadounidenses McDonald's, KFC y Starbucks planean abrir sucursales en Cusco, la histórica capital del mundo andino.

Peor aún, esas gigantes corporaciones planean abrir sus locales en la mismísima plaza mayor de la ciudad, la cual es desde hace miles de años el espacio central de la civilizacion Inca y de las civilizaciones indígenas que le precedieron.

Este valioso espacio urbano cuyo nombre en quechua es Huacaypata, Aucaypata o Wajaypata fue dividida en dos plazas por los hispanos: la plaza de Armas y la plaza Regocijo. En su entorno se edificaron las principales iglesias católicas y palacetes españoles, encima de los palacios y templos Incas. Ahí también fue asesinado el héroe indígena Tupac Amaru II, y es hoy el principal espacio urbano de encuentro y celebraciones cívicas de los cusqueños.

Todo sea por dinero y la felicidad de ciertos turistas

No entiendo quien iría a Cusco -un lugar único en el planeta- a tomar café de Star
bucks, a comer una hamburguesa congelada o embutirse con una pierna de pollo grasienta y "papas fritas" hechas de harina. En esa misma ciudad se puede obtener una exquisita taza de café cusqueño por un cuarto de dólar y se pueden encontrar bastantes restaurantes de buena calidad, donde se sirve la exquisita comida andina. Aquel que visite Cusco y no coma en los mercados locales, las "chicherías" y"picanterías" de la ciudad, no ha conocido bien la cultura de esa privilegiada región.

Supongo que la intención de estas empresas mencionadas, es contentar a los adinerados turistas estadounidenses - les encanta encontrar las cosas de su país en todo el mundo. Si pues, algunos prefieren la comida chatarra llena de hormonas, a un buen timpo puchero, un rocoto relleno, lawa de chuño, kapchi, adobo de alpaca, pepián de cuy, quesos kapiche o chuñocola y de las simples pero alimenticias humitas, canchita y olluco; servidas con las cervezas locales, aguardiente, bebidas de coca o chicha de choclo.

Y como no se puede detener a esas empresas -en tiempos de salvaje globalización y cruel libre mercado- de hacer su negocio en Cusco. Pero lo que se puede, y se debería hacer es regular las ubicaciones de ese tipo de negocios dentro de la ciudad, al menos. No se puede destruir la principal ciudad peruana -en historia, cultura y belleza- y el mayor atractivo de Perú, para contentar a estos visitantes consumistas y a los golosos empresarios.

El hecho que estas empresas estadounidenses se instalen en el mismo corazón de la ciudad indígena más importante del continente, es algo difícil de digerir. De prosperar esta idea, pronto podríamos ver un Hooters junto a un convento local, y un CheekeCheese encima de Sacsayhuaman. Por que no un Hard Rock Café -propiedad de los indígenas Seminole de EEUU- en el corazón del Valle Sagrado. No pues, sería tan ridículo como que un restaurante peruano abriera en el Mall Nacional de Washington, DC. Todo tiene su lugar.

Otro motivo para oponerse o para pedir que se regulen este tipo de establecimientos, es el hecho que en es muy probable que en esos restaurantes se practicara la discriminación racial contra los mismos cusqueños y otros peruanos que no son blancos. Tal como ya ocurre en muchos bares y restaurantes de Cusco - usualmente propiedad de extranjeros y de limeños - donde solo se admiten a extranjeros y peruanos de cierto aspecto. Lo mismo ocurre en los locales de Starbucks en Lima.
En los meses que vienen la antigua arquitectura Inca no será todo lo que llame tu atención en la histórica plaza de Cusco, cuando un par de arcos dorados sean instalados allí.

Es la misma plaza que fue el centro del mundo Inca por cientos de años antes que los españoles llegaran y la destruyeran. ¿Podría ser este el final de la plaza colonial en la forma de una destrucción de EEUU?

Después de comprar propiedades dentro de la ciudad en tiempos de los precios más altos de la historia, McDonald's, KFC y hasta Starbucks están planeando abrir sus primeros locales en la ciudad. No se han fijado fechas de inauguración todavía, pero los tres locales están siendo remodelados actualmente.

Esperemos que las autoridades locales hayan planeado en adelante y prohibido cualquier tipo de señalización obvia y llamativa. Los funcionarios en esta región a menudo son enceguecidos fácilmente por los dólares.

Considerando la u
bicación de estos negocios, es claro que los cusquenos no son el objetivo de los inversionistas, sino los turistas. Mi opinión es que cualquier turista que sea encontrado en esos establecimientos debería ser deportado.

Yo agregaría: a todo turista que se enferme de soroche (enfermedad de altura) después de comer ese tipo de comida dañina, se les debería cobrar doble por tratamiento médico. Pero como este es el mundo de los vivos, seguramente que Starbucks vá a incluir el delicioso mate de coca en su menú.

Cuando los españoles construyeron sus magníficos conventos y monasterios encima de los impresionantes palacios quechua, no había leyes que protegieran el patrimonio histórico de las ciudades. Se trataba de una invasión, y los recién llegados venían con la intención de destruir, colonizar y extirpar las culturales originarias. Parece es que hoy se trata de lo mismo pero con diferentes nombres: a los colonos invasores ahora les llaman inversionistas y a las encomiendas se les conoce como empresas privadas. Y a todo eso le llaman progreso.
http://peruanista.blogspot.com/2008/05/cusco-se-vende-mcdonalds-kfc-y.html

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